Un espacio con un sillón de lactancia cómodo y bien
abastecido puede ayudar mucho a eliminar el estrés, brindando a las nuevas
madres un momento muy necesario para descansar y relacionarse con sus bebés.
No siempre es fácil amamantar, especialmente si eres una mamá
primeriza.
Estrés: enemigo público de la lactancia
Para producir leche materna se necesitan dos hormonas:
prolactina y oxitocina. La primera es la que produce la leche, mientras que la
segunda es la que permite que la leche pueda salir del seno materno, es decir
el reflejo de eyección.
Aunque cualquier mujer puede producir estas dos hormonas y
así lograr establecer una lactancia exitosa, existen ciertas circunstancias que
pueden llegar a alterar tanto la producción, como la salida de la leche.
Uno de los principales enemigos de la lactancia materna es
el estrés, que puede tener orígenes distintos pero su efecto será el mismo,
desde evitar que la leche salga, aunque los senos parezcan estar llenos, hasta
una drástica reducción de producción de leche.
Todo el mundo vive bajo cierto grado de estrés y cuando las
mujeres nos convertimos en mamás esa dosis se eleva exponencialmente en
cuestión de minutos o días, con todos los cambios que conlleva la maternidad.
Factores de estrés
Existen varios factores que pueden elevar considerablemente
el estrés de una nueva mamá, aquí los más comunes
- No poder dar el pecho al bebé.
- No dormir.
- No alimentarse debidamente.
- Demasiadas tareas por resolver, sobre todo las domésticas.
- El constante llanto del bebé.
- Dolor o complicaciones de una cesárea.
- Malestares propios del postparto.
Por lo general, es una combinación de todos aspectos lo que
acaba afectando a la lactancia materna, por eso es necesario tratar de reducir
lo más que se pueda esa lista, para que mamá pueda producir la leche necesaria
para su bebé.
Para empezar, es básico dormir y descansar lo más que se
pueda, incluso si no te sientes cansada, quedarse en cama con el bebé cerca es
lo mejor. Junto con esto, alimentarse lo más natural posible, comer snacks
entre comidas, y tomar agua, es otro factor necesario para una lactancia
exitosa.
Crea tu propia habitación de lactancia sin estrés con estos seis simples consejos
1. Invierte en un sillón de lactancia práctico
Si bien la comodidad y el estilo son importantes, hay muchos
otros factores a considerar al comprar un sillón
de lactancia.
Elige un tejido fácil de limpiar y busca reposabrazos anchos
y acolchados que permitan un mejor posicionamiento al amamantar a tu pequeño.
Las sillas ajustables o reclinables son excelentes, pero
asegúrate de poder manejar la mecedora
lactancia cómodamente desde una posición sentada.
La seguridad también es una preocupación importante a tener
en cuenta. ¿Te preguntas qué buscar? Encontrarás infinitas opciones en A La Nanita Nana la tienda
de bebés online o en Sillón de lactancia.
2. Añade una mesa con espacio para almacenar
Una mesa con espacio para almacenar que además sea atractiva
siempre es útil.
Elige una mesa resistente con cajones o cubículos de fácil
acceso para guardar los elementos esenciales de la lactancia.
El hecho de que necesites tener almohadillas de lactancia y
crema para los pezones cerca, no significa que tengan que decorar la habitación
de tu pequeño o tu espacio de lactancia.
No te olvides de preparar algunos básicos para mamá, como
una botella de agua o algunos caprichos como tu revista favorita.
3. Compra una buena almohada de lactancia
Una buena almohada
de lactancia puede ser un regalo caído del cielo, especialmente en esos
primeros días y semanas en que la lactancia puede ser difícil.
Las almohadas de lactancia ayudan a mantener al bebé en la
posición de lactancia adecuada, asegurando una buena posición sin tensión en el
brazo.
Incluso un bebé pequeño puede llegar a ser sorprendentemente
pesado cuando se lo mantiene en la misma posición durante un tiempo prolongado.
Las almohadas para la lactancia también se pueden usar para
la barriguita o para apoyar a los bebés que no pueden sentarse solos.
4. Almacena los suministros necesarios
Compra los suministros para la lactancia antes de la llegada
del bebé y guárdalos en la habitación junto con tu sillón de lactancia, listo para utilizar.
El desinfectante para manos, almohadillas de lactancia,
crema para pezones, paños para eructar y toallas de papel son todos buenos
artículos para mantener en existencia.
También podrías considerar tener algo para comer a mano. La
lactancia quema una tonelada de calorías y puede dejarte con poca energía.
¡Un pequeño impulso post-alimentación siempre es una buena
idea!
5. Configura un reloj, compra un temporizador y prepara un registro de alimentación
Mantener una nota de la alimentación de tu bebé es una forma
tranquilizadora de asegurarse de que el recién nacido está comiendo lo
suficiente.
Los pediatras recomiendan registrar el tiempo y la duración
de cada alimentación en el sillón de
lactancia, así como la cantidad de pañales mojados y sucios que produce tu
bebé cada día.
Esta información, combinada con un control de peso regular,
permitirá a tu médico controlar los hábitos alimenticios de tu bebé e identificar
posibles problemas.
Para realizar un seguimiento, crea un registro de
alimentación. Un temporizador también puede ser una herramienta útil,
permitiéndote registrar la duración de cada alimentación.
También necesitarás un reloj digital, para que pueda anotar
fácilmente la hora, aunque sea muy tarde. ¡Aunque seguro que encuentras un
montón de apps disponibles para
tu Smartphone!
6. Considera la iluminación
La poca luz crea una atmósfera acogedora durante las comidas
nocturnas, pero también puede dificultarlas.
La lactancia materna
puede ser un asunto complicado y deberás ser capaz de ver lo que estás
haciendo.
¿Necesitas ayuda para encontrar el equilibrio perfecto? Prueba estos consejos
de iluminación infantil.
Consejos útiles:
Asegúrate de reabastecer tu espacio de lactancia y sillón de lactancia regularmente.
Coloca una pequeña papelera al lado de tu mecedora lactancia para desechar de
manera fácil y rápida las almohadillas de lactancia o las toallas de papel.
Tu espacio para la lactancia
materna, no tiene que ser la misma habitación que la de tu bebé.
Es posible que te sientas más cómoda amamantando en tu
propia habitación o incluso mientras ves la televisión en la sala de estar.
Con un sillón de lactancia adecuado, podrás moverlo de una
habitación a otra. ¿Buscando un sillón de lactancia?
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